GOULASH HÚNGARO.


Cuenta la historia que el Goulash nació de la mano de los hombres que cumplían con el servicio militar en Hungría. Sabroso y fácil de preparar, muy pronto cruzó las fronteras y hoy es muy popular en Europa del Este y otros países del continente.La palabra Gulash viene de Gulyás, que en húngaro quiere decir vaquero, y el plato en sí se llamaba Gulyás hus, o sea: carne para el vaquero, así que como se supone que debe una forma excelente de comer las mejores partes de las vacas, pues lo he elegido en este número dedicado a la gastronomía bovina.
Originariamente se hacía con nata agría, pero desde que los españoles llevaron al imperio austro-húngaro el tomate y el pimentón, ya nadie se imagina este plato sin ese peculiar sabor, lo que ellos llaman “tomatenpaprika”.

INGREDIENTES
1,5 Kg. de carne de morcillo, carrilleras u otra gelatinosa
100 grs de manteca de cerdo, mantequilla o aceite
6 dientes de ajo
2 cebollas
2 cucharadas de pimentón al 50% dulce y picante
2 tomates
2 clavos
1 limón
1/4 litro de nata líquida


La receta
Empecemos por hacer la salsa.
Se frien en manteca de cerdo, o en aceite, los ajos machacados y las cebollas bien picadas, cuando empiecen a tomar color se añade el pimentón (si los comensales lo admiten, debe ser picante) y se deja dorar sin parar de remover.
Cuando está ya bien tostado el conjunto, se añade la pulpa de los tomates y se aromatiza con la cáscara de medio limón y un poco de clavo.
Cuando esté completamente desmenuzado el tomate, se agrega la nata y se sigue removiendo para que se reduzca un poco la salsa obteniendo así una consistencia cremosa. Se rectifica de sal y pimienta, y si está algo ácida, se corrige con una pizca de azúcar.
Ya se puede dejar tal cual, pero queda más apetecible si se pasa por el chino, aunque luego hay que tener mucho cuidado porque al recalentar es más facil que se pegue.
Si usamos una pieza de lomo o solomillo, procedemos así.
En una sartén pondremos a derretir lentamente la grasa de la ternera ( conviene poner un poco de aceite para que se haga antes) y cuando esté bien caliente añadimos los trozos de carne que deberán hacer sido cortados al tamaño de una nuez.
Deben freirse a fuego muy fuerte porque lo que se pretende es que se doren exteriormente quedando crudos por dentro.
Cuando estén dorados, se retiran del fuego, se salan, y se cubren con la salsa.
A partir de ahí se dejan reposar al menos una hora y ya no hay mas que recalentar, muy lentamente, al momento de servir.
En realidad se debe cocer la carne dentro de la salsa, y a quien le guste la carne muy hecha así lo debe hacer, lo que pasa es que si disponemos de una buena pieza de culón, con esta variación que introduzco, al comer el guiso se podrá mejor apreciar el sabor de la carne.
Si usan las piezas de carne que recomiendo, zancarrón, carrilleras, falda, etc., una vez doradas, deben cocerse con las verduras (sin triturar) en la olla expres durante media hora para que se ablande y queden gelatinosas. Este sería el verdadero goulash, bueno, sin olla expres, claro, usando una cazuela y dos horas de fuego lento. Cuando están como un flan, se sacan las piezas, se pasa la salsa como antes he descrito, se reincorpora y se deja reposar de un día para otro.

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