San Agustín. Asentamiento Europeo más antiguo en los Estados Unidos.
El 27 de marzo de 1513, el explorador Ponce de León, gobernador de Puerto Rico, avista la Florida y deja constancia oficial de ello por primera vez para la historiografía europea. El 2 de abril desembarca en una playa con dunas y poco después tendrá uno de los primeros encuentros con indios de la zona, a los que, según leyendas posteriores, dice estar buscando la fuente de la juventud: al parecer, estos indios ya tenían noticias de los exploradores o algún contacto previo, e incluso sabían algunas palabras en español.
Desde la llegada a tierra en septiembre de 1565 por el explorador y almirante español Pedro Menéndez de Avilés ,es la ciudad de origen español más antigua del territorio continental de Estados Unidos habitada de forma permanente. San Agustín se convirtió en la primera ciudad que desde su fundación ha estado poblada. Además se convirtió en un símbolo para el catolicismo y para la liberación de esclavos negros. Para la religión católica porque fue en la Iglesia Misión de Nombre de Dios de San Agustín donde se celebró la primera misa sobre lo que actualmente es suelo americano. Y para la esclavitud, porque muchos esclavos negros de regiones cercanas escapaban de sus amos y de la legislación británica a tierras españolas donde se permitía la liberación de los esclavos en algunas circunstancias.
Para esta defensa se construyó el fuerte de San Mateo, que preside la vista desde el mar de la villa, visitada anualmente por cientos de miles de personas que aprovechan la calidad de sus playas y la conservación de su entorno histórico, de marcado tono español. La cercanía geográfica de San Agustín respecto de las colonias inglesas de Carolina del Sur propició un fenómeno que no es demasiado conocido: el establecimiento de un verdadero santuario de libertad para los negros que huían de la esclavitud británica.
En la época, la esclavitud africana era legal en las posesiones españolas pero las condiciones de los esclavos británicos y españoles no eran las mismas. El régimen de servidumbre español permitía, por ejemplo, que los esclavos tuvieran dinero propio que pudieran usar para comprar su libertad, los autorizaba a llevar a sus señores ante los Tribunales, impedía que se rompieran familias por motivos de venta y constituía, en definitiva, un sistema más benigno que no era desconocido por los esclavos que padecían el muy riguroso ordenamiento británico.
Ya en 1688 se pasó la voz entre los esclavos negros de Carolina del Sur de que San Agustín era un santuario para quienes escapaban. En 1687 había llegado el primer grupo de fugitivos, compuesto por ocho hombres, dos mujeres y un niño. Y el goteo fue a partir de entonces incesante, hasta llegar a cifras cercanas a la centena, como se ha dejado dicho.
De la política hispana de acogida queda testimonio en la real cédula otorgada en 1693 por Carlos II de España que cabalmente expresaba su voluntad de que «dando libertad a todos, tanto a los hombres como a las mujeres, sea ello ejemplo de mi liberalidad y dé lugar a que otros hagan lo mismo».
A día de hoy San Agustín forma parte del condado de Saint John, con 190.000 habitantes y reciben más de 6 millones de visitantes anuales. Nombres españoles cuelgan de los letreros que identifican los diferentes negocios, provincias españolas dan nombre a las calles de esta ciudad de apenas 15.000 habitantes, españoles son los apellidos que se leen en los escudos de muchas viviendas, el aire español se ve en las edificaciones que, cuando se restauran, deben respetar y la cocina española, así llaman en realidad a cualquier comida que tenga origen latino, es el reclamo de muchos restaurantes.
Tan difícil como trasladar el agua del mar a un hoyo es recoger en un solo artículo todas las posibilidades que ofrece San Agustín, la ciudad más antigua de EEUU en la que la presencia española de hace siglos se deja notar aún hoy.
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