Neuschwanstein. El sueño de un Rey.

 

Hoy hablaremos en  Aventuras con sabores de un castillo espectacular ,el castillo de Neuschwanstein, lo mandó construir el rey Luis II de Baviera en 1869, que desde siempre fue un joven sensible y consentido, con una afición fuera de lo normal por lo estético y lo artístico, el castillo de Neuschwanstein completa el trío de los llamados “Castillos del Rey Loco” junto al Palacio de Linderhof y al Palacio de Herrenchiemsee, este castillo se realizó en una época en que los castillos y las fortalezas ya no eran necesarios desde el punto de vista estratégico. Nació en la imaginación de Luis II como una pura fantasía romántica de un castillo medieval idealizado. Neuschwanstein estaba concebido para servirle a Luis II como un escenario teatral habitable.

El castillo de Neuschwanstein está en un entorno con un paisaje de idílico y con lagos como el Alpsee. El castillo dispone de 200 cuartos entre los que destacan llamativas estancias como la Sala del Trono, de 13 metros de altura, la Sala de los Cantores, que aunque sorprenda por su gran tamaño , su escenario no estaba pensada para acoger fiestas de la corte.

Neuschwanstein es uno de los destinos turísticos más populares de Alemania. Por razones de seguridad, solo es posible visitar el interior del castillo con el acompañamiento de un guía turístico para hacer recorridos de 35 minutos aproximadamente.  Hohenschwangau y Neuschwanstein están uno enfrente del otro, y las entradas se apueden adquirir delante del primer castillo, luego hay que ir subiendo aproximadamente media hora hasta llegar a Neuschwanstein .Los precios son 12€ por castillo y 23€ el ticket combinado para los dos.

Se puede llegar en transporte público, en tren con destino a Füssen y autobús desde la estación para llegar Hohenschwangau / Alpseestraße. En coche son 130 los kilómetros que separan Múnich de Neuschwanstein.